Víctimas del conflicto colombiano se dieron cita hoy en un barrio de la ciudad de Medellín para hacer parte de la edición 26 del Festival Internacional de Poesía en un intento de reconstruir sus memorias.

Hasta el barrio La Honda, un asentamiento de desplazados ubicado en la ladera de esta ciudad del noroeste colombiano, llegaron poetas y organizadores del festival para recitar sus obras y escuchar las de la comunidad.

Este barrio lleva más de 20 años en construcción por sus propios habitantes, la mayoría de ellos provenientes de la región del Urabá y desplazados de sus tierras por los paramilitares.

Al encuentro acudieron poetas como las colombianas Annabell Manjarrés y Gunnara Jamioy, perteneciente a la comunidad indígena arhuaca ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Para Jamioy, que también interpretó una canción de vallenato, este festival, iniciado ayer, es un encuentro para llevarse "más conocimiento respecto a la palabra de diferentes partes del mundo, en donde se puede llegar a reconstruir y ver la vida desde otra forma".

En el evento también se recitaron poemas de jóvenes de la comunidad, que en su mayoría se referían al sentimiento que les ha dejado el conflicto armado y el refugio que intentan conseguir en su barrio.

Según Luis Ángel García, desplazado del Urabá por paramilitares en 1996, la poesía es algo que "le sale del corazón a la gente" y hace parte de este proceso de reconstrucción que él y su comunidad han vivido en el barrio La Honda.

Los paramilitares, agrupados en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se desmovilizaron en 2006.

EFE